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Miembros del personal de las ambulancias dijeron que han atendido a cientos de bomberos y residentes por inhalación de humo y dificultades respiratorias.  |
Casi 3.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares el miércoles mientras ardían incendios forestales por el mayor estado Australia, y las llamas rodean esta capital y amenazando sus suburbios. Las autoridades investigaban la posibilidad de que siete de los incendios fueron premeditados. El número de incendios aumentó de 70 a 100 del día de Navidad a este miércoles.
Vientos de 60 kilómetros por hora avivaron las llamas, que destruyeron casas, asilaron poblaciones, obstruyeron autopistas y líneas ferroviarias en todo el estado de Nueva Gales del Sur y alrededor de Sydney.
Los gobiernos de otros estados ofrecieron enviar escuadrones contra incendios al tiempo que cientos de bomberos del vecino estado de Victoria se unieron a cerca de 5.000 trabajadores de emergencias de Nueva Gales del Sur.Cientos de éstos han combatido los incendios durante cinco días.
Las autoridades desplegaron 46 aeronaves para bombeo de agua y monitoreo, incluidos cinco helicópteros del Departamento de Defensa. El primer ministro John Howard prometió recursos del ejército luego de realizar una gira por cinco áreas afectadas en las cercanías de Sydney.
El jefe de bomberos de Nueva Gales del Sur, Phil Koperberg, dijo que sus hombres salvaron cientos de propiedades amenazadas, e hizo notar que hasta ahora 140 fueron destruidas. El clima seco, las rachas de vientos hasta de 90 kilómetros por hora y las temperaturas sobre los 35 grados centígrados dificultan el combate del fuego, que se esparce a velocidades sin precedentes. |
