Una enfurecida turba atacó al principal sospechoso de la matanza de 57 personas en el sur de Filipinas mientras era conducido al Ministerio de Justicia para ser puesto a disposición del juez, informaron testigos y la Policía.
Andal Ampatuan no sufrió heridas graves pero recibió varios golpes y patadas e, incluso, un reportero le lanzó a la cara una cámara, mientras varias personas se encararon con su abogado, Sigfried Fortun.
Entre los asaltantes había decenas de periodistas, que llamaron asesino a Ampatuan y mostraron carteles con las fotografías de sus 30 compañeros que perdieron la vida en la masacre del pasado 23 de diciembre.