El 16 de diciembre de 1997 fueron hospitalizados en Japón 685 niños víctimas de ataques epilépticos, por haber presenciado el episodio de Pókemon Denno Senshi Porygon, ya que el cambio rápido entre los colores rojo y azul en una escena les provocó convulsiones que dieron lugar a una epilepsia fotosensitiva.