Especialista en resocialización y conductas humanas
Desde los años 60 para acá indican los estudios que las pandillas existen en Panamá y primero se iniciaron en los distritos de Panamá y Colón en donde existían los plebeyos, los chicos de oro, los zapatillas negras y medias rojas, entre otras y de estas las mayoría de sus miembros fueron a parar a la cárcel en la isla de Coiba, otros, como Foster, Chino Negro y otros más, lograron ser hombres de cambios cuando se entregaron a servirles a Dios Todopoderoso.
Hoy por hoy, las pandillas en nuestra nación panameña no son para nada como aquellas y podemos presumir que son diez veces más peligrosas que aquellas que existían en los años 60, 70 y parte de los 80.
Como es de nuestro conocimiento y estudios en la materia, las pandillas en Panamá han incursionado con pie de plomo de los barrios a los planteles educativos en donde ya han visto casos de asesinatos, ventas de droga y demás; desde hace 21 años hasta esta fecha, las mismas son temas a diario y desde el principio del gobierno de Torrijos, estas dejaron de ser simples pandillas y hoy ellas representan un negocio para un gran por ciento de nuestros muchachos ya que en en sus filas están recibiendo el calor, la amistad, comprensión, amor, validez y respeto, valores que en su hogares no reciben, pero que sí están recibiendo de manos de los asedados del terror (CAPOS), contrario a que los gobiernos pasados no les han brindado algunas oportunidades para lograr salir de los generadores de violencia en el que viven atrapados y estos son los siguientes: la equidad material, el racismo, el hambre, la pobreza, la faltas de oportunidad, entre otras.
Pero gracias a Dios, hoy, como especialista en este tipo de trabajo, puedo ver que el Prosi ya tiene un proyecto bien y de primera y cónsono con la realidad y de manera muy profesional se pondrá en funcionamiento para lograr disminuir este flagelo infernal y durante estos cinco años del Gobierno, un 70% pueda darle a la nación una cultura de paz.