El Defensor del Pueblo, Ricardo Julio Vargas, reconoció que las prisiones locales "mantienen en común un alto grado de deterioro y hacinamiento".
"El hacinamiento carcelario constituye el principal obstáculo del desarrollo de las actividades del sistema penitenciario y esto hay que incrementarle el aumento de las detenciones preventivas de una manera abusiva y constituye un elemento pernicioso", dijo.
En esos lugares se dan constantes violaciones de los derechos humanos, aseguró.
El problema carcelario se agrava por las constantes evasiones de los prisioneros, crímenes en las prisiones, corruptelas de custodios y la excesiva mora judicial.