Ocho personas fueron arrestados ayer durante una protesta contra la subasta que Brasil realizó para ofrecer en concesión la construcción y operación de una enorme hidroeléctrica en la Amazonía a la que se opone Bolivia.
La represa de Santo Antonio que costará unos 5.500 millones de dólares y es la primera de dos instalaciones similares que serán erguidas en el río Madeira, a unos 40 kilómetros de la frontera con Bolivia.