EDITORIAL
Derechos humanos
Mañana, el mundo conmemora otro aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. Sin embargo, como es evidente, la cultura de la violencia y la agresión impera por todas partes, sin que valga algo el derecho a la mera existencia del ser humano.
Poco se ha hecho en este año que termina por defender los derechos humanos. Muchos gobiernos en todo el mundo se vanagloriaron de ser democráticos.
En Panamá, el hacinamiento carcelario está a la orden del día y no se brinda atención adecuada a los detenidos. La mora judicial persiste y cientos de presos esperan que la justicia defina su status legal. Se persigue a los periodistas con querellas por calumnia e injuria. Además la pobreza y el desempleo crece cada día, haciendo más difícil la sobrevivencia de los más humildes.
Vivimos en democracia, pero no lo parece. El desprecio a la vida se eleva hasta el punto que la violencia está dominando a muchos sectores de nuestra sociedad. No hay igualdad de tratamiento a las personas.
Para rematar crece la desconfianza popular, al punto que la ciudadanía ya no cree en los políticos, lo cual resulta peligroso, porque es cuando la población comienza a buscar falsos profetas .
Que lejos estamos del idilio de una sistema social perfecto, en donde todos los hombres y mujeres éramos iguales ante Dios y la Ley. Ya lo decía Jean Jacques Rosseau, que si no se respeta al individuo y a sus derechos, no vivimos en sociedad. Seguimos bajo la ley de la selva.
PUNTO CRITICO |
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