Muchos pensamos que al salir hacia el interior de la ciudad de Panamá, el aire que encontraremos es amigable con nuestros pulmones. Este pensamiento es en parte cierto, por la existencia de menos focos contaminantes.
Cabe señalar que como el agua y el suelo, el aire no se escapa de contener sustancias que por su naturalidad son aceptadas por nuestro organismo (gases de los volcanes activos, partículas salinas de los océanos, el polvo). Es preciso conocer que la actividad del hombre aumenta, altera y mezcla estas sustancias provocando nuevas, que superan los límites permisibles para nuestro organismo, afectando de esta manera nuestra salud ( por afecciones como la bronquitis, el asma, o las enfermedades cardiacas).
El aire se compone en un 77% de nitrógeno, 20% de oxígeno y 3% de compuestos como argón, dióxido de carbono y ozono (según Decreto Ejecutivo 5 del 2009); entonces cualquier cambio en este equilibrio, se considera contaminación. Los principales contaminantes del aire según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son: ozono (O3) y material particulado (PM), dióxido de nitrógeno (NO2), además del dióxido de azufre (SO2).
El informe de calidad de aire del 2009 del Instituto Especializado de Análisis (IEA) de la Universidad de Panamá señala que el lugar más contaminado por emisiones de autos en Panamá es San Miguelito, puesto que por allí circulan hasta 175 mil vehículos todos los días. Los monitoreos entre mayo a diciembre de 2009 demuestran que las concentraciones de dióxido de nitrógeno están por encima de los 50 µg/m3 (IEA).
Una alternativa es considerar algunas maneras de proteger nuestro aire y salud, como son el menor uso posible de los vehículos a motor, brindar mantenimiento preventivo al auto, no hacer salidas bruscas con el auto, mantener la presión adecuada del aire de las llantas, conducir de manera ordenada, usar lo menos posible los aires acondicionados, evitar las quemas y la acumulación de basura, y no realizar ejercicios en áreas donde existe mucho tránsito vehicular, ya que esto involucraría respirar contaminantes. (La autora es Técnica de Proyectos de Investigación y Educación Ambiental de ANCON).