Sus amor por las motocicletas empezó a la edad de 15 años cuando sus padres le obsequiaron su primera moto.
Hablamos del italiano Alessandro Valerio Brunetti quien el pasado 14 de mayo cumplió 33 años.
Originario de Ozieri, Italia este hombre hace menos de un año que está comprometido con su esposa Sandra Cortez con la cual tiene un bebé de nueve meses, Alessandro Brunetti.
Actualmente se desempeña como gerente general y administrador de la empresa de transporte ejecutivo y turismo Panamá Luxury Limousines Inc.
UNA VIDA ENTRE MOTORES
Recuerda que durante su infancia observaba a su tío, en Italia, utilizar su motocicleta para sus quehaceres diarios; sin embargo, el optó por las carreras.
Califica el correr motos de velocidad como un deporte extremo, de alto rendimiento físico que requiere de pista e instalaciones especiales para poder practicarlo; por ello, junto a un grupo de empresarios y amigos forma parte de la Junta Directiva de la Fundación Superbike Panamá (secretario), la cual busca que el gobierno avale o ayude a la empresa privada a costruir una pista de carreras o autódromo para todos los que se dedican a los deportes de motor, y que de esta manera se tenga un lugar seguro y adecuado para correr y practicar este deporte. "El principal objetivo es terminar con las carreras clandestinas y ayudar a fomentar el turismo con una buena pista", afirma Brunetti.
Un hombre que le gusta transportarse en motocicleta, pero confiesa que en Panamá es difícil por el tráfico de todos los días y los automovilistas sin educación para manejar junto con motorizados.
Entre sus logros más destacados se encuentran un segundo lugar en una carrera de Enduro, en Costa Rica, en el año 95.
SARNA CON GUSTO
Dicen por ahí que ¡sarna con gusto no pica y si pica no mortifica!, y este es el caso de nuestro entrevistado quien ha sufrido múltiples accidentes, en especial al inicio de su carrera. Por ejemplo, en una ocasión en Loma Cová a bordo de una Kawasaki ZX6 del 94, tomando la curva en alta velocidad se salió de la calle y se chocó contra una baranda de seguridad y se fracturó la tibia en ambas piernas.
En otra ocasión, practicando 'wheelies' en la autopista de La Chorrera, levantó la moto en el tercer cambio como a 180km/h, se fue de espalda y sufrió quemaduras en la manos y piernas.
A pesar de estos incidentes disfruta de la velocidad, la adrenalina y la diversión sana que se puede adquirir al conducir estas motos siendo su forma más sana de liberar el estrés diario.
Por si fuera poco, este amante de lucir jeans y camisa, practica Jiu Jitsu, va al gimnasio, practica además fútbol y baloncesto.