Se mueren poco a poco, se deshojan, se caen a pedazos, dentro de poco serán sólo un recuerdo. Un mal recuerdo que llenó de luto a muchos hogares panameños. Los conflictivos "diablos rojos" se van para no volver, sus restos reposarán en el panteón de las chatarras, para darle paso al metrobús.
Sería injusto no reconocer que estos vehículos de transporte colectivo jugaron un papel importante en el país, en un momento determinado. Gracias a su tamaño, lograron engullir a las folklóricas "chivitas", que envejecieron hasta morir en Río Abajo y el área de la Zona del Canal.
Ahora se les acabó el tiempo a esas fantásticas máquinas terrestres, ya no son una atracción con su música estridente y sus dibujos decorativos de personajes de la farándula, del deporte, del gueto.
El presidente y empresario Ricardo Martinelli ofertó la idea del metrobús como un paliativo a los múltiples problemas del transporte y el ciudadano a pie, principal víctima de los "diablos rojos", la compró.
Una vez desaparezcan los "diablos rojos", en el metrobús se cobrará una tarifa plana (0.25 centésimos para zonas troncales y B
1.25 para los corredores) que permitirá realizar los trasbordos que el pasajero requiera en un lapso de 150 minutos desde la realización del pago, y tendrá tarifas especiales para estudiantes y jubilados.
El metrobús, para tranquilidad de los miles de panameños de la capital, empezará operaciones el sábado 18 de diciembre por el Corredor Sur, el sábado 29 de diciembre a través del Corredor Norte y entre los meses de junio y agosto de 2011 en las áreas troncales.
Amanecerá y veremos. Dios quiera que los "diablos rojos" no tengan la capacidad de resucitar o de reencarnar en el metrobús, amén.