Los colonos de Hebrón, que se resisten a abandonar un edificio en cumplimiento de una orden del Supremo, han puesto al Gobierno de Israel ante la crucial decisión de hacer valer la democracia o perder las riendas de la colonización judía en Cisjordania.
Barril de pólvora de Oriente Medio, Hebrón se ha convertido en las últimas semanas en un nuevo pulso entre los colonos más radicales, los llamados "Jóvenes de las colinas", y el Gobierno israelí, paralizado frente al temor a un derramamiento de sangre en período electoral.