En términos generales, el panameño es muy confiado. No tiene malicia, aparte de cosas que se refieran al sexo. Por eso, los ladrones, ya sean nacionales o extranjeros, se dan gusto haciendo sus fechorías casi sin mayores obstáculos. Ahora en el mes de las fiestas el asunto es serio.
Por eso no creo que sea inútil repetir acciones que pueden evitarnos un mal rato.
Por ejemplo; tenga cuidado cuando vaya a los bancos a sacar o recibir dinero. No le extrañe que haya gente haciéndose pasar por "clientes", cuando realmente están "estudiando" a sus futuras víctimas.
La tecnología del celular ha sido aprovechada por los malandros. Por eso en la Caja de Ahorros y otros bancos, no permiten llamar o recibir llamadas al teléfono móvil.
No les extrañe que alguien con la cartera llena de billetes no tomará las precauciones. Primero, no mostrar el "rollo" de billetes que recibió. Segundo, no mencionar en voz alta la suma de dinero.
Luego, no tendrán cuidado en ocultar la cartera atiborrada de plata.
Incluso, tengo que aceptar que me incluyo en estos ejemplos. Pongo mi cartera en un bolsillo que realmente está fácil para ser robado por carteristas nacionales o extranjeros.
Muchos panameños "comen" cualquier cuento, si se relaciona con "premios", que, supuestamente, ha ganado.
Estos fraudes hechos principalmente por celular, están de moda. Ofrecen viajes, cruceros, sumas en efectivo, etc. Me dijeron que presos manejan desde sus celdas estos fraudes.
Tampoco crea en falsas ganancias. Se le puede acercar cualquier con un supuesto billete de lotería ganador. "No puede cambiarlo porque no tengo cédula. Si usted me da una parte, le doy el resto".
No imagino cómo alguien dio miles de balboas de sus ahorros por esta "ganga". Al final el billete era falsificado...
Cuídese de las "ofertas navideñas". Algunas pueden ser mercancía robada. No compre a escondidas artefactos eléctricos, sin garantías.
Nada del "plasma de la Zona Libre", que se lo llevan a la casa"...
Y no dé cooperaciones tan fácilmente para "cenas de Navidad de niños pobres de remotos pueblos". A lo mejor nunca se hacen.
Añada la cantidad de rifas de jamones y pavos que no se efectúan.
Incluso, en actividades de apoyo social pueden ocurrir hurtos. Dicen que se van a repartir miles de bolsas navideñas y juguetes, y unos avivatos se quedan con varios de estos obsequios. Luego los venderán a otros panameños ingenuos, etc.