"Mulas clonadoras" son las nuevas víctimas de las organizaciones criminales internacionales dedicadas a la clonación de tarjetas que delinquen en Panamá en los últimos meses, informó una fuente investigativa.
Reveló que dichas personas son empleados o colaboradores de los locales comerciales blancos del delito.
Ellos son ubicados por los cabecillas de los grupos que se hacen pasar como empresarios para que les ayuden a introducir las tarjetas durante las compras con el fin de que el propietario ni el banco sean informados de la presencia del uso de esas tarjetas alteradas.
Como pago reciben parte de la mercancía comprada con las tarjetas alteradas.
El informante indicó que los locales víctimas de ese delito son los que se encuentran en grandes centros comerciales de la ciudad capital, la Zona Libre de Colón y áreas comerciales del interior del país.
Dichas organizaciones tienen puntos específicos para actuar en la urbe capitalina y se presume que residen en áreas y urbanizaciones de alto valor adquisitivo como Brisas del Golf, Punta Pacífica, Costa del Este y otras zonas para pasar desapercibidos ante las autoridades.
Su modo de operación (luego de comprar la mercancía con tarjetas clonadas, en este caso, aparatos electrónicos y ropa) es crear locales comerciales para la venta de esas mercancías con el objetivo de que el dinero sea "limpio".
Se investiga a ciudadanos venezolanos y colombianos asociados con colaboradores panameños para realizar ese delito.
La mayoría de las tarjetas son clonadas en el extranjero, y los bancos locales están siendo víctimas de ese método.
Se presume que las pérdidas lleguen este año a millones de dólares.
Recientemente en el Centro Comercial Metro Mall, en el corregimiento Rufina Alfaro, en San Migueito, dos ciudadanos extranjeros fueron detenidos en los precisos instantes en que intentaban pagar sus compras con tarjetas clonadas.
Una de las sospechosas tenía una denuncia ante la DIJ por haber comprado 8 mil dólares en carteras de mujer en Albrook Mall, mientras que una semana antes, un sujeto fue aprehendido por los efectivos policiales cuando intentaba comprar aparatos electrónicos con tarjetas alteradas.
Las investigaciones revelaron que la cajera del local y otro trabajador se encontraban asociados con el detenido, y que recibieron como pagos, parte de la mercancía comprada, la cual fue ubicada en la residencia de la colaboradora.