Los al menos 20 policías y militares que han muerto esta semana en diversos ataques de las FARC en Colombia ponen en evidencia que el grupo rebelde sigue muy activo y que ha vuelto a la estrategia de la "guerra de guerrillas" de antaño.
La muerte de su jefe militar, alias "Mono Jojoy", en una operación conjunta de las fuerzas de seguridad en septiembre pasado "no desestructuró a las FARC", que siguen teniendo "una capacidad operativa importante", dijo el director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), el analista Jorge Restrepo.
A eso se suma el hecho de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "han vuelto a la 'guerra de guerrillas' de antes, a atacar y esconderse, para evitar el contacto con el enemigo", apuntó este especialista en el conflicto armado y profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Con esa nueva estrategia de fondo, la guerrilla más antigua de América Latina "ha multiplicado" sus ataques contra militares y policías, según Restrepo, con acciones como la colocación de explosivos al lado de carreteras para detonarlos al paso de convoyes de las fuerzas de seguridad.
"Retrocedimos 15 años", porque en este 2010 se están registrando unos 60 ataques armados a la semana, lo que da "unos 700 al año", una cifra "similar a la de 1994", advirtió Restrepo.
Si las cosas continúan así, el año terminará con "cerca de mil" policías y militares muertos en combates, atentados o por explosiones de minas antipersonales colocadas por las FARC, subrayó este analista.