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EDITORIAL
Papa caliente
Panamá tiene una papa caliente con el caso de los anticastristas detenidos y acusados de preparar un atentado contra el mandatario cubano Fidel Castro, en ocasión de la asistencia de éste a la pasada Cumbre Iberoamericana de Presidentes. Desde un inicio, Cuba ha ejercido una fuerte presión, incluso hasta cierta forma irrespetuosa, para que se enjuicie o extradite al grupo comandado por Luis Posada Carriles. Sin embargo, no podemos desconocer que en primera instancia hay elementos que hacen suponer que algo se tramaban los exiliados cubanos y un atentado contra Castro o cualquier otro mandatario asistente a la Cumbre de Atlapa, nos habría puesto en serios aprietos. ¿Se imaginan el peligro que enfrentaría Panamá de haberse concretado un atentado contra Fidel en nuestro territorio?. Sin duda que tendríamos a los castristas ejecutando acciones desestabilizadoras y a los Estados Unidos con ganas de intervenir, so pretexto de una amenaza contra el Canal de Panamá. Las autoridades panameñas deben profundizar las investigaciones y no dejarse presionar por ninguna de las partes involucradas en este escabroso caso. Si se comprueba algún delito, lo mejor que le puede pasar a esos exiliados es cumplir su pena en Panamá, país donde le serán respetados sus derechos. Tampoco se puede extraditar a los detenidos a Cuba para que éstos sean fusilados. Nuestras leyes impiden la extradición, cuando la persona arrestada enfrente el peligro del paredón. La experiencia nos debe hacer meditar de la necesidad de controlar de mejor manera el acceso de extranjeros peligrosos a nuestro país, ya que de no haber sido por la seguridad cubana, el gobierno panameño nunca se habría enterado de lo que aparentemente se tramaba. Hay que estar alertas, cualquier descuido en materia de seguridad nos puede traer graves perjuicios al país y exponer a situaciones de peligro.
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PUNTO CRITICO |
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