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Una serie de ataques terroristas asolaron a Irak, matando a civiles iraquíes pro-norteamericanos y a militares estadounidenses.
Una bomba al parecer escondida en un camión estalló en las oficinas de un partido político kurdo aliado de Estados Unidos en Kirkuk, centro petrolero del norte de Irak, y dejó un saldo de cinco muertos y 40 heridos, entre ellos varios niños, dijeron funcionarios.
Entretanto, en el sur del país, un político favorable a Estados Unidos fue asesinado en el puerto de Basora, dijo el jueves su partido.
Funcionarios de Estados Unidos sospechan que el grupo extremista Ansar al-Islam lanzó estos ataques y coopera con elementos leales a Saddam, entre ellos Izzat Ibrahim al-Douri, ex vicepresidente del Consejo del Comando Revolucionario.
Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares por su captura.
Por otro lado, un soldado estadounidense murió y dos resultaron heridos cuando una bomba explotó cerca de la ciudad de Ramadi (oeste de Irak).
Una carga explosiva explotó al paso de un convoy militar estadounidense al este de la ciudad de Ramadi, agregó un portavoz del Pentágono.
"Un (soldado) murió y dos resultaron heridos", recalcó. |
