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Hoy amanecemos con nuevo presidente del Patronato del Estadio Nacional. Esperemos que Bravo sea Brava de verdad y logre sacar a flote un Estadio Nacional sumergido en una deuda que dos presidentes no pudieron finiquitar.
Le toca el turno a una mujer que ha estado con el béisbol y el deporte hace mucho tiempo... pero su principal reto será dejar en cero las deudas con las empresas constructoras, que no acaban de cobrar por sus trabajos.
Primero fue David Menasche y luego Hernán Arias, ninguno de los dos pudo cancelar la deuda a las empresas que construyeron el estadio y le toca a Bravo cumplir con ésta que ya tiene, de tres años y más.
La pelea que viene es grande. Ayer lo dijimos y no creo que salga a flote humo blanco. Esilda Bravo y los miembros de la Federación Panameña de Béisbol tienen un "pleque pleque", que no es nuevo. Pareciera que todo viene con la derrota de Eduardo De Bello al frente de la Federación de Béisbol y que nunca acaba. Los problemas se agudizaron en el mundial y en el preolímpico.
El estadio puede pasar a ser un campo de sueños. El INDE tendrá en sus manos el futuro del parque que costó arriba de los 16 millones de dólares.
El INDE que anualmente aporta arriba de los 200 mil dólares para subsidio y mantenimiento, sólo tiene derecho a un voto cada dos años para la elección, no tiene vallas de publicidad.
Pero son los del INDE los que tienen la palabra, ya que la Fedebéis se la jugará en el viejo Juan Demóstenes Arosemena y en juegos de taquilla se va al gigante de Cerro Patacón.
Pero no todo es malo... Franz Wever le dio su voto ayer a Esilda Bravo y parece que pudieran fumar la "pipa" de la paz.
El camino de dos años apenas empieza. Bravo tiene un gran reto... una deuda por pagar de millones de dólares, un caso de un aficionado muerto que hereda y una federación de béisbol que no compagina mucho con la nueva titular. |
