A quién no le han aconsejado tomarse ocho vasos de agua al día, pero alguien le ha explicado las razones de ello.
El agua es importante para todas las funciones mayores del cuerpo. Tome un vaso de agua cuando sienta hambre, se sorprenderá las veces que el hambre "se desvanece', porque a menudo, las señales de sed que el cuerpo envía, son erróneamente interpretadas como "hambre".
Los estudios demuestran que al ingerir menos agua, la metabolización de grasa se reduce. Esto sucede porque los riñones no pueden funcionar debidamente sin suficiente agua.
Cuando el organismo recibe poca agua, interpreta esa señal como una amenaza contra su supervivencia y trata de retener hasta la última gota. Los diuréticos sólo ofrecen una solución temporal, porque al obligar al cuerpo a expulsar el agua retenida, también lo hace sentirse amenazado, cosa que lo insta a reponer toda el agua perdida lo antes posible. La mejor forma de solucionar el problema es dándole al cuerpo mucha agua.