El joven cholo despachador de diesel me miró el sombrero "chango" que llevaba. Al darme unos boletos para que los llenara para una rifa de un lujoso 4X4, se ofreció a depositarlos en una cajeta ubicada a varios metros.
Acepté el ofrecimiento con una sonrisa. Pensé con mi mente llena de "curiosidad periodística" y "suspicacia" de sociólogo, que a lo mejor creía el joven que era un "cholo bruto" que no sabría dónde echar los boletos.
Al día siguiente, un estudiante con una sonrisa me comentó "lo vi el otro día con sombrero".
Me reí y le dije que era "una maña que ahora me había dado". Noté sorpresa en su rostro, y guardó respetuoso silencio hacia su profesor de Periodismo.
En realidad ya estoy acostumbrado a que cuando uso alguna prenda de origen campesino, la gente me vea diferente.
Por años realizo un flamante "experimento sociológico". Me pongo una hermosa camisilla típica, confeccionada hace trece años a la medida.
Voy a la Universidad con esa típica camisilla y por donde paso observo risitas, sorpresa y una que otra mirada burlona.
Siempre algún atrevido me dice: "¿dónde es el baile típico?", o "está usted en un conjunto típico?".
Les digo que no, que sencillamente uso una camisilla típica con mucho orgullo de ser panameño.
Esa misma gente que se pone camisillas con diseños cubanos, de Miami o de España sin ningún problema, se asombra al ver a un compatriota con la camisilla típica, que por cierto es muy hermosa.
Esto demuestra claramente que existen panameños que discriminan a las personas por lo que visten. Un sombrero "chango" (el más sencillo y barato que usa nuestro campesino, que me costó menos de dos balboas en Volcán hace casi diez años), es señal que no "tiene el monte encima".
Y la camisilla típica solamente la deben usar los que participan en los conjuntos típicos.
Usted pensará que esto que digo no es tan importante en un país lleno de problemas.
Pero para mí sí lo es, porque querer a la Patria no es marchar el 3 de Noviembre, o aprovechar la fecha para irse a las playas...