El próximo lunes 22 de noviembre todos los músicos estarán de fiesta, celebrando el día de Santa Cecilia, patrona de aquéllos que se consagran a este bello arte.
Esta santa pertenecía a una familia patricia de Roma. Vivió entre los años 160-200 y solía llevar un vestido de tela muy áspera, bajo la fina túnica. Consagró a Dios su virginidad.
Su padre la obligó a casarse con un joven llamado Valeriano. Ella convenció, con la ayuda de su ángel guardián, a su esposo para que no le quitara su virginidad. Su esposo no la tocó y se convirtió en un santo mártir, al igual que su hermano Tiburcio, quienes se dedicaron a sepultar los cadáveres de cristianos que encontraban, por lo que fueron asesinados.
En seguida la policía arrestó a Cecilia y fue llevada a un horno caliente para tratar de asfixiarla, pero ella cantaba gozosa. Por esto la decapitaron. Antes de morir, le pidió al Papa Urbano que convirtiera su casa en un templo.
En 1599 permitieron al escultor Maderna ver el cuerpo incorrupto de la santa y él fabricó una estatua en mármol de ella, la cual se conserva intacta en Roma. Está acostada de lado y parece que habla.