Nadie me lo contó, yo mismo viví en carne propia las excentricidades y exigencias de una de las actrices más pegadas de Colombia, Dana García, a quien me encontré en dicho país.
Bueno, vi a la actriz de Pasión de Gavilanes justo cuando la estaban maquillando y peinando, pero eso no llamaba la atención, sino las exigencias de ella. Las operadoras de bellezas le ponían polvo y ella decía no, así no. Tanto era la molestia que cansaba, me dio tanta pena por las estilistas que no sé cómo aguantan eso.