Cuando niño, el puertorriqueño Candy Maldonado le tenía temor a la pelota, pero poco a poco fue estableciendo un idilio con ella, que lo llevaría a saborear las mieles del triunfo en el béisbol de las Grandes Ligas.
Durante 15 años (1981-95) Maldonado lo dio todo como pelotero profesional y vivió momentos inolvidables como el de aquella histórica Serie Mundial de 1992, que ganó vistiendo la camiseta de los Azulejos de Toronto, único equipo fuera del territorio estadounidense, que ha hecho esta hazaña.
Sencillo, jovial y divertido. El ex pelotero y hoy comentarista de la cadena de televisión ESPN se presentó ayer a las instalaciones de Editora Panamá América (EPASA), donde en medio de bromas y "vacilones", habló sobre su vida y su experiencia en la cubertura de las Grandes Ligas.
"Hace siete años llegué a ESPN gracias a la recomendación de Carlos Baerga (ex de los Indios de Cleveland, Mets de Nueva York, entre otros equipos)", contó Maldonado, quien confesó que al principio le fue difícil adaptarse al oficio de comentarista. Al final -dijo- lo logró gracias a la ayuda de personas como el narrador dominicano Ernesto Jerez.
"Luego de esa primera experiencia me di cuenta de que nos es lo mismo hablar de un partido en la calle, que analizarlo para un gran público que sabes te está viendo y escuchando", contó.
Para Maldonado un comentarista debe tener cuidado al hacer críticas, ya que "lo que se hace dentro del terreno de juego no es fácil".
El ex jugador afirma que es más difícil llegar a ser director en las Grandes Ligas, que jugador.
Candy indicó no tener una explicación "exacta" del porqué las mujeres no practican el béisbol, y sostiene que la esencia del juego es la "pelota pequeña". Lamenta que el dopaje esté afectando el deporte, aunque sostiene: "A la pelota hay que saber pegarle. Que yo sepa no existe ningún producto o sustancia que mejore la vista para ayudar a batear".
Finalmente, el boricua destacó que para que el béisbol florezca aún más hay que trabajar "con personas que amen el juego".