Los altos precios de los insumos y la energía eléctrica no ha sido impedimento para que crezca la industria avícola a tal punto que en el último año se ha elevado a un 7%, Panamá en el tercer país latinoamericano en el consumo de pollos con un alto grado de higiene y ajeno a enfermedades propias de la cría de aves.
El sacrificio de aves para el 2008 se sitúa en unos 70 millones.