El holandés Wesley Sneijder y el argentino Diego Milito y rescataron ayer al Inter de Milán cuando lo peor tenía en Kiev y le dieron un triunfo por 2-1 con dos goles en los últimos minutos, con lo que el conjunto de José Mourinho llegará el próximo partido al Nou Camp como líder de un más que interesante grupo F.
El Dinamo Kiev rozó la gloria gracias al tanto de Andrei Shevchenko, que podía haber dado un golpe de gracia a su ex eterno rival de su época en el AC Milán, pero el equipo italiano hizo gala de una gran fe y espíritu para, en los compases finales, revertir el marcador y depender de sí mismo para estar en los octavos.
MOMENTO CRUCIAL.
Mourinho se la jugó y decidió, a los 79 minutos, dejar a su equipo con tres defensas, al retirar al argentino Walter Samuel y dar entrada al ghanés Sulley Muntari.
Atrás habían quedado las ocasiones malogradas por Samuel, el camerunés Samuel Etoo y Balotelli. Era el todo o la nada. Y le salió todo cuando Sneijder enganchó con el argentino Diego Milito dentro del área y este no falló. Acto seguido, con el Dinamo en estado de "shock", llegó la culminación de la remontada en una larga acción con rebotes y despejes que culminó Sneijder con todo el corazón para adelantarse a la zaga ucraniana después de que el meta hubiera sacado un remate casi sin ángulo de Milito.