Tras el suicidio de una reclusa dentro del Centro Femenino de Rehabilitación, en Panamá, las unidades policiales reforzaron la seguridad, ya que las presas se alzaron producto de la situación ocurrida en horas del mediodía.
La reclusa Gisel Grahan, de 29 años, tomó la fatal decisión en horas de la tarde de ayer, domingo, dentro de la celda de la Cárcel de Mujeres.
Según informes extraoficiales, el motivo de la tragedia se cimenta en asuntos sentimentales. La víctima fue trasladada al Hospital San Miguel Arcángel, en San Miguelito, pero llegó sin signos vitales.
En el penal se realizó una requisa, ya que las reclusas se encontraban alzadas en la parte trasera del centro.
Los uniformados rodearon los alrededores para evitar una posible fuga masiva.
El motín fue controlado por los antimotines que utilizaron el gas pimienta.
Las unidades policiales trasladaron hacia un cuartel del área a tres de las presas, contra quienes la masa se encontraba fúrica.
Aparentemente, las reclusas estaban molestas porque culpan a una de ellas de ser la responsable por la muerte de su compañera.