Los recolectores privados de basura en el distrito de La Chorrera advirtieron que con el aumento del impuesto por la entrada al vertedero de Playa Chiquita, su única fuente de trabajo peligra, al igual que el servicio que prestan, por lo que calificaron la medida como una imposición inconsulta.
Los quejosos señalaron que los vehículos cargados a la mitad de su capacidad deben pagar el monto total del impuesto, por lo que algunos han optado por estacionar los camiones en sus casas para llenarlos al día siguiente en nuevos recorridos, lo que implica soportar los malos olores. Explicaron que mientras tanto, los camiones que sólo pagaban B/.5.00 por pequeñas cantidades de basura deben pagar B/.12.00 o B/.15.00.
Dijeron que la nueva tarifa comenzó a regir a partir de este lunes sin antes haberles comunicado la medida o haber sostenido alguna reunión para llegar a un acuerdo. Gregorio Vargas, uno de los afectados, mencionó que anteriormente pagaba entre B/.15.00 y B/.18.00 por utilizar el vertedero municipal y ahora debe desembolsar entre B/.27.00 y B/.30.00, por lo que tendrá que subir el costo por el servicio que presta a la comunidad.
Recalcó que las ganancias luego de sacar los gastos apenas son de unos B/.50.00 que otra de las medidas que se pudieran adoptar es mantener el costo por la recolección de desechos orgánicos, estableciendo una tarifa extra por recoger cualquier otro tipo de desecho.
Consideró que la situación se agrava con la expedición, sin ninguna regulación, de los permisos de ruta para cada una de los 44 ya existentes, lo cual dijo debía efectuarse durante una reunió en la que se asignara una ruta a cada vehículo y evitar la desorganización, sin embargo ello no ha sido así con lo cual el municipio es quien está "promoviendo el desorden".
Vargas insistió en que inicialmente se sostuvo una reunión con la alcaldesa Brenda de Icaza, en donde se llegó a un acuerdo sobre el tema e incluso se le propuso que los recolectores privados pagarían un impuesto de B/.10.00. |