Miguel Antonio Bernal anda con una "escoba en la mano para barrer la desesperanza y un ají en la otra, para darle sazón y picante" a su campaña por la alcaldía capitalina en el 2009.
El catedrático en Derecho, que el 31 de octubre cumplirá 58 años, se define como un hombre que no les teme a las amenazas. Bernal recuerda que su niñez transcurrió en La Marina, un apartamento que estaba a un costado de la Presidencia de la República, "hasta que llegó la dictadura, a la que se le antojó construirse un helipuerto en el área".
Esa misma dictadura le entró a palos hasta dejarlo inconsciente el 19 de diciembre de 1979, cuando Bernal protestaba frente a la Basílica Don Bosco contra la llegada del Sha de Irán a Panamá.
De padre chiricano y madre santeña, es el penúltimo de cinco hermanos. Tiene un hijo de 25 años que lleva su mismo nombre.
En el campo del periodismo, este amante de la música típica, no es ningún inexperto. Bernal ha sido desde conductor de su propio programa de radio "Alternativa", editorialista, columnista y jefe de la sección de internacionales del diario el Sol de México.
¿Por qué quiere ser alcalde de Panamá?
M.B. Porque los que vivimos en la capital nos merecemos una mejor calidad de vida. La Alcaldía no puede ser un monopolio de un partido político.
¿Se atrevería a hacer algo loco como el ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus con el fin de atraer votos?
M.B. No tanto como para atraer votos, pero si hace falta recorrer la ciudad a caballo como una manera de protestar contra el problema del transporte, lo haré.
¿Cuál sería su proyecto insignia para los capitalinos?
M.B. Voy de frente contra el problema del transporte. A las autoridades les importa un pepino con el mal servicio del transporte, porque ellos se mueven en helicóptero o tienen escoltas que les van abriendo el camino. Con la basura también voy de frente.
Hay quienes alegan que usted es el Dr. No
M.B. Uno toma las cosas de quien las diga. La ignorancia es atrevida y más en este país en donde impera la mediocridad de parte de los que controlan las esferas de poder. Yo ni soy ni aspiro a ser monedita de oro. Seguiré en mi constante lucha por la libertad de expresión y la democracia. Hace tiempo que aprendí que no voy a cambiar a este país, pero tampoco voy a dejar que el país me cambie.
¿Le gustaría tener de vicealcaldesa a la "Panameñita Vida Mía"?
M.B. Me gustaría mucho, pero aún no he conversado con la Lic. Maribel Cuervo de Paredes sobre el tema.
¿Por qué dicen que usted es tan ácido?
M.B. Quienes me conocen saben perfectamente bien que si hay algo que heredé de mi madre, fue el buen humor. Hay personas que han sido hasta pagadas para vender esa imagen de mí. Sí, es verdad que soy ácido o me peleo conmigo en el espejo, pero cuando no soy consecuente con mis principios.
¿Balbina es una contrincante dura de vencer?
M.B. No veo ningún contrincante duro. El PRD tiene una maquinaria electoral que nadie pone en tela de duda, 40 años en el poder, de algo les tiene que servir.
¿Es cierto que Balbina Herrera y usted son "inchi pinchi"?
M.B. La conozco desde su época de estudiante en 1974, pero no he tenido con ella lazos de amistad, y después de la invasión, que es cuando más he coincidido con ella en actividades, siempre ha existido cordialidad y respeto mutuo.
¿Ideológicamente dónde se ubica?
M.B. Tengo profundas convicciones humanistas.
¿Va independiente o buscará apoyo de algún partido?
M.B Voy independiente, pero no descarto apoyo de uno o varios partidos. Lo que no voy hacer es inscribirme en un partido para que me postulen.
Una campaña cuesta. ¿Tiene algún mecenas que lo financie?
M.B. No tengo. Mi mecenas son la gente. En la campaña pasada sólo me faltó plata y un poquito más de tiempo para llegar a la Alcaldía.
¿Quién piensa que será el próximo presidente de Panamá?
M.B. Ahora mismo no veo en el panorama a una persona a la que se le pueda poner nombre, apellido o apodo para la Presidencia de la República.