El presidente del Tribunal Penal Supremo que juzga a Saddam Hussein y a seis de sus antiguos colaboradores expulsó al dictador iraquí por cuarta vez desde el inicio del proceso por genocidio contra los kurdos iraquíes.
El juez Mohamed Oreibi Khalifa ordenó la expulsión de Saddam de la sala del tribunal después de discutir con él y de impedirle que leyera un documento que llevaba consigo.
Pese a eso, Saddam empezó a leer una frase del Corán (libro sagrado de los musulmanes) que insta a combatir contra los infieles.
En ese momento, el juez pidió a los guardias del tribunal que sacarán a Saddam de la sala y ordenó que continuara la sesión a puerta cerrada.
Asimismo, el juez ordenó la interrupción de la transmisión visual y sonora de la vista.