El escolta Stephen Jackson, de los Pacers de Indiana, regresó ayer, martes, a los entrenamientos por primera vez desde que fue golpeado el pasado viernes en las afueras de un club nocturno y dijo que se sentía "feliz de estar vivo".
Jackson fue golpeado en la boca y atropellado por un automóvil después de protagonizar una discusión con varios hombres en las afueras de un club de "striptease".
"Es una bendición que esté hoy aquí".