En un principio, los crímenes que cometieron los miembros de El Pentágono tenían como móviles: rivalidades con otras bandas, tumbes de drogas o asaltos.
Sin embargo, en los últimos años, las causas de sus homicidios son otras: sicariato (cobran por matar a cualquier persona), posecionamiento del territorio y figuración.
Según conocedores de El Pentágono, algunos de sus fundadores han salido del mundo delictivo y laboran en empresas o instituciones del Estado.
Pero, quedó la nueva generación que se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los estamentos de seguridad del Estado, pues no han podido ponerle freno.