El único centro de educación agropecuaria de Colón, ubicado en Rio Indio, Costa Abajo, atiende una población de 396 estudiantes pero tiene tantas necesidades que van desde más implementos para los talleres hasta nuEva, Crítica en Líneas aulas por el aumento de la matrícula y el interés de los adolescentes de tomar partida en estas carreras.
Se trata del Instituto Profesional y Técnico Agropecuario Gil Betegón que recibe diariamente a sus estudiantes en unas cinco aulas de clases y salones donde funcionan los talleres de ebanistería, refrigeración y soldadura.
Para poder impartir clases sin saturar el plantel, se han implementado dos turnos, el matutino para estudiantes de la rama agropecuaria y primer ciclo; y la vespertina, para los alumnos del segundo ciclo de enseñanza industrial.
El director José Heraldez, dijo que con este sistema se han podido ofrecer las facilidades para el recibimiento de sus enseñanzas, aunque reconoció que hay limitaciones de espacios, por la carencia de más salones.
Heraldez explicó que solamente se están utilizando los talleres de ebanistería y soldadura, porque no existe taller de refrigeración, situación que ya han comunicado a las autoridades del Ministerio de Educación para lograr invertir en la construcción de nuevas infraestructuras que beneficien a la población estudiantil.
"En total si agregamos aulas para dos talleres necesitamos unos 10 salones", manifestó el docente.
Indicó que existían quejas por parte de algunos padres de familia porque se habían implementado algunos ranchos que eran utilizados como lugar para impartir clases pero que esto se debió a una actividad de aniversario del plantel aún cuando sí existe un rancho que data de hace años que utilizan para los estudiantes de agropecuaria.
Y es que el IPT Agropecuario Gil Betegón tiene un internado para los estudiantes de áreas distantes porque por ser el único de enseñanza agropecuaria e industrial en Colón, hay estudiantes que vienen de la Costa Arriba, Transístmica, la capital y hasta Bocas del Toro. Del total de 396 estudiantes, 43 utilizan junto a cinco docentes, utilizan el internado pero se han encontrado con constantes robos en la cocina.