Ya Panamá cuenta con moliendas suficientes para poder moler la caña que se produciría, para luego destilar los jugos para producir el etanol.
La caña de azúcar sería el cultivo prioritario en diferentes regiones del país.
Lo que se busca es reducir la cantidad de combustible importado para realizar la mezcla con el ya mencionado bioetanol, en un 10% de este y 90% de gasolina, lo que abarataría los costos de compra por galón a los consumidores, ya que se reduciría la cantidad de combustible importado en el país al ser sustituido este con bioetanol nacional, disminuyendo la fuga de divisas, y se propiciará la inversión de proyectos asociados.
Por lo que la utilización de este producto mejoraría la balanza de pagos y disminuiría la fuga de divisas e inversiones nacionales al igual que las extranjeras para la ejecución de proyectos que estén relacionados con la producción de bioetanol, que favorecería el tan esperado desarrollo económico del país.
La adición del bioetanol a la gasolina permitiría mejorar la calidad del combustible resultante, permitiendo el aumento del octanaje y mejorando la combustión, sin tener la necesidad de usar otros aditivos nocivos y normativas internacionales para
proteger la salud humana, al igual que el medio ambiente.
Hans Hammerschlag, gerente general del Ingenio La Estrella (CALESA) de Natá, realizó una exposición sobre la utilización del bioetanol producido por medio de la caña de azúcar procedente de los ingenios azucareros e industrias licoreras y de alcoholes del país.
En el mes de abril se realizó una reunión con el gobierno para hacer una presentación formal del proyecto.