Panamá superó la meta de sembrar cuatro millones de árboles pactada con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, para reforestar áreas protegidas y liberarlas de la nociva "paja canalera", importada para combatir la erosión en los primeros años de funcionamiento de la vía interoceánica que atraviesa el país.
La ministra panameña para el Medio Ambiente, Ligia Castro, anunció el viernes, Día Nacional de la Reforestación, que la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), que ella preside, se comprometió a alcanzar esta cifra antes de acabar el año, con los auspicios del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
La paja canalera es una maleza importada al país entre 1950 y 1960 por ingenieros estadounidenses para controlar el desgaste en los terrenos donde no había vegetación a orillas del Canal de Panamá, que se ha extendido hasta ocupar más de 2.000 hectáreas entre los parques naturales Camino de Cruces y Soberanía, casi de costa a costa.