La estudiante de aviación Irina Castillo, quien sufrió múltiples lesiones y fracturas hace un mes al caer en picada durante un examen de pilotaje, fue separada de su respirador artificial, y está en un proceso de recuperación lenta, aunque permanece en estado delicado.
Esto fue confirmado ayer por el neurocirujano Francisco Sánchez Cárdenas, a cargo de Castillo.
En la actualidad, Irina puede abrir los ojos y obedece a órdenes simples, dijo Cárdenas, agregando que ya ha señalado que quiere irse a casa.
Su último avance es que ya puede respirar por su propia cuenta.
Durante el pasado mes, la paciente ha sufrido de infecciones y desbalances electrolíticos. Se le han realizado intervenciones en ambas piernas, las cuales quedaron fracturadas. Su columna vertebral está intacta, pero sufrió severos golpes en el cráneo, cuyo efecto no puede ser aún determinado. Además, queda pendiente una cirugía reconstructiva del rostro, sin fecha aún.
La piloto novicia se estrelló de nariz contra la pista del Aeropuerto de Albrook, durante una maniobra de "toque y despegue". |