Se dice que la verdad en la cara arde y quizás por eso algunos de los actuales funcionarios, nombrados o elegidos por el voto popular, se encuentren con quemaduras de tercer grado en el rostro por las palabras de la señora Linda Watt, Embajadora de los Estados Unidos de Norteamérica en nuestro país.
Claro, habrá otros a quienes les "resbalará" y por decir algo recurrirán a la odiosa comparación de que "si por allá lo hacen, por qué no nosotros" o, "por allá también hay corruptos e inmorales".
Es decir, la actitud que asumen es una tácita aceptación de que lo que se ha dicho es verdad y que a la postre, nada los hará cambiar.
De esta engorrosa situación sólo se me ocurren dos interrogantes. La primera; si todos los panameños, o la mayoría de nosotros, conocemos y repudiamos la actitud de quienes actúan deshonestamente, ¿seremos capaces de premiarlos con una reelección en la próxima contienda electoral?
La otra está relacionada con las funciones de un diplomático. ¿Puede, o debe, un diplomático ser tan "franco" y hablar públicamente de los vicios del gobierno extranjero ante el cual se encuentra acreditado?
Pienso en lo que sucedería si a cualquier diplomático de otro país se le ocurriera decir la mitad de lo que ha dicho la embajadora de los Estados Unidos de Norteamérica.
Creemos que las declaraciones de la distinguida diplomática no sólo tienen la intención de señalar esos vicios con la intención de que se corrijan.
En circunstancias como las actuales, nos parece que se está enviando un mensaje al electorado panameño para que en las próximas elecciones escojamos a los más honestos, según el criterio de ellos.
Pero, y quiénes son esos honestos?. Analicemos los cambios y acomodos que se están efectuando en los partidos políticos y los que faltan por realizarse y encontraremos la respuesta.
Los cooperativistas sí debemos tener claro y practicar lo que es la honestidad, uno de nuestros valores éticos y no dejarnos confundir.
"La honestidad, se nos ha enseñado, se aprecia como un valor ético, fundamental para las relaciones económicas y personales entre las cooperativas y sus socios y de éstos entre sí.
Creo que no es difícil identificar a quienes, en el actual gobierno, han actuado deshonestamente. A cuántos no podemos señalar que han prometido una cosa y han hecho otra?
Es hora de que a esos los repudiemos. No los elijamos para cargos públicos. Seamos honestos. |