La violencia no tiene límites ni respeta edades. El orate Benito Richarson, de 70 años, que permanecía dormido en la fría Calle 11 Callejón Martínez, fue golpeado salvajemente por un sujeto que lo bateó con un palo y lo dejó inconsciente.
El salvaje dejó en muy malas condiciones al orate que se quejaba de fuertes dolores en la cabeza y sangraba oídos y los ojos.
El pastor Víctor Castillo Tesis, que caminaba a esa hora de la noche, escuchó cómo se quejaba el anciano y avisó a la ambulancia del Cuerpo de Bomberos de Colón.
No es la primera vez que sujetos de mal vivir se dedican a patear o golpear con cualquier objeto a los hombres y mujeres que duermen en los callejones de la ciudad, porque no tienen un techo.
Se conoció que la Policía Nacional maneja algunos detalles de la identidad del agresor.
Algunos moradores del área dijeron que es triste cómo los valores han cambiado en estos tiempos, dado que dos décadas atrás, las personas mayores sin distingo de nada, eran merecedoras de todo el respeto que debía propiciarle la juventud. Hoy por hoy, la juventud pareciera no pensar que también llegará a edades mayores.