|
Recientemente, participamos de una fructífera reunión en donde un grupo de dirigentes comunitarios y representantes de los usuarios de la Provincia de Panamá plantearon sus inquietudes por la precaria situación del transporte colectivo.
Durante la reunión, se presentó la propuesta ya conocida de implementar un sistema de transporte masivo urbano en la Ciudad Capital y en Panamá Oeste, a base de autobuses articulados de nueva generación. Dicho proyecto, planteado por empresarios panameños y brasileños del Consorcio Centenario, busca dar una solución factible al problema del transporte en nuestro país, de una forma realista y barata.
Se conoció oficialmente la solicitud del Gobierno y de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) de implementar un plan de urgencia para el sector de Panamá Oeste, el cual busca brindar una línea de autobuses articulados que lleve a las 250 mil personas que viajan todos los días a la Capital desde Capira, La Chorrera, Arraiján y Vacamonte.
Los representantes de los usuarios vieron con sumo agrado tal proyecto, el cual puede ser la alternativa de acabar con los problemas diarios de la población, que debe utilizar por la fuerza unos vehículos anticuados, oxidados y con choferes que ofenden diariamente a los ciudadanos con sus malacrianzas.
Empero, según evidenciamos, hay todavía más interés por conocer esta y otras propuestas para solucionar el problema del transporte en Panamá. Está pendiente el proyecto del Transmilenio de Colombia y el tren ligero de BCEOM y Alstom, el cual fue descartado por el Gobierno por ser muy caro.
Lo importante es que los usuarios ya tienen sumo interés porque se brinde un mejor servicio en el transporte colectivo y por primera vez notamos que hay un movimiento de organizarse, para exigir al Gobierno un cambio de las normas sobre el transporte, pues parece favorecer más a los transportistas y no a los clientes; es decir, los mismos usuarios.
Por otro lado, la productividad de los trabajadores y ciudadanos panameños se ve muy afectada por la constante presión de tomar los actuales buses, llamados "diablos rojos", pues con las peleas con los palancas y pavos, con ir de pie y apretujados en los vehículos sin aire acondicionado, hace que la gente se desgaste cada mañana que sale de sus hogares para ir a laborar.
Panamá merece tener un sistema de transporte para un país que se abre al Tercer Milenio. Si somos un país de comercio y turismo, hay que ofrecer un servicio de buses especiales de calidad. |
