Muchos seres humanos luchan por ¡tener un día más de vida! Se les ve en los consultorios médicos por cualquier molestia. Por lo general tienen su propia "botica", ya que compran todas las medicinas que les receten.
La "otra cara de la moneda", como dirían en Jaqué, son los centenares de jóvenes que se suicidan.. ¡por órdenes del fanatismo!
Una investigación sociológica determinó que son muy jóvenes. En la mayoría de los casos hombres y casi no conocen a quiénes matarán. Así surgen los ataques con aviones llenos de gasolina. Añada manejar un vehículo con explosivos y hacerlo detonar en determinado lugar.
También algunos se amarran al cuerpo fuertes explosivos... Esta táctica de usar seres humanos como bombas no es nueva. No sé si en la Historia hay casos parecidos muy antiguos.
Recuerdo que durante la Segunda Guerra Mundial surgieron los llamados "kamizake".
Eran jóvenes pilotos que estrellaban sus aviones convertidos en bombas contra barcos norteamericanos. Ahora los ejemplos más dramáticos los tenemos en países árabes, entre ellos Afganistán e Irak.
¿Qué mueve a estos jóvenes a quitarse la vida? ¡El fanatismo! Ellos son víctimas de una manipulación física y psicológica, un verdadero "lavado de cerebro".
Algunos hasta llegan a grabar videos para sus familiares, quienes estarán orgullosos de tener un hijo "mártir a la causa".
Por ser de otra cultura y realidad, nosotros no podemos explicarnos estos suicidios políticos. Incluso algunas "recompensas" hacen sonreír a más de un occidental. Por ejemplo, eso que al morir irán a un Jardín donde tendrán once (más o menos) vírgenes para su deleite, no se lo cree ni el "bobo del pueblo".
Todos los días recibimos noticias de estos hechos. Los que mueren por lo general son inocentes, como sucedió con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York.
Y la pregunta es: ¿resuelven algo estos atentados suicidas? Que yo recuerde no en la mayoría de los casos. Así que fue una muerte... ¡por gusto!
La única explicación a este fenómeno es que esos jóvenes no aprecian su vida, y no le tienen miedo a la muerte.
Recuerdo cuando estaba en el Instituto Nacional, que nos señalaban que "morir por la Patria, era vivir"... Lo dudo...
