Cada día despierto escuchando toneladas de quejas de la gente sobre el problema de la recolección de la basura. Aseguran los quejosos que las autoridades no cumplen, que al Municipio de Panamá le queda grande esa camisa y que es mejor privatizar este servicio.
No puedo mirar de soslayo las críticas, hay mucho de verdad en ellas, pero no una absoluta verdad. Investigué y descubrí que la Alcaldía de Panamá enfrenta grandes problemas en el renglón de recaudación.
A los panameños no nos gusta cumplir con nuestras responsabilidades tributarias y especialmente en materia del pago de la tasa de aseo.
Frente a esa triste realidad, se pudiera pensar que concesionar los servicios de recolección de la basura en la Ciudad de Panamá significaría un gran avance en el desarrollo de la capital y en el mejoramiento de la calidad de vida de los panameños.
Esa podría ser una salida. La otra sería implementar mecanismos que permitan el cobro efectivo y a tiempo de los impuestos por parte de la Alcaldía de Panamá. El dinero es importante en la gestión de cualquier autoridad municipal, aquí en Panamá o en China.
Mantener la Ciudad de Panamá limpia es mucho más que recoger la basura. Recoger la basura es sólo un eslabón en la cadena. El pagar los impuestos por parte de los contribuyentes a tiempo es otra parte importante, ignorarla, impacta con parálisis a la Alcaldía.
El tema de la recolección de la basura involucra mucha logística, no existe un modelo estándar. Recoger la basura en el Municipio de San Miguelito no es lo mismo que en el Municipio de Panamá.