Cuando todo estaba preparado para que la francesa Amelia Mauresmo y la belga Justine Henin-Hardenne disputasen la tercera final de Grand Slam del año, surgió la rusa Maria Sharapova para dejar en el camino a la número uno del mundo.
Sharapova en un partido donde Mauresmo no reflejó para nada su condición de número uno del mundo, dio la medio sorpresa al vencerla por 6-0, 4-6 y 6-0, dejándola clasificada para su segunda final de Grand Slam como profesional, la primera desde que ganó Wimbledon en el 2004, cuando surgió como la nueva niña prodigio del tenis femenino.
Su rival en la final será Henin-Hardenne, la número dos del mundo, que también estuvo a punto de romper todos los pronósticos antes que pudiese remontar un set en contra y 2-4 con saque de la serbia Jelena Jankovic, en el segundo, para remontar y ganar 4-6, 6-4 y 6-0, con 10 juegos consecutivos en su haber.