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La panameña ha vivido más de veinte años en Estados Unidos. Ya olvidó algunas cosas de la manera de ser del panameño. A veces piensa que es el Panamá de "antes", y se estrella con la realidad.
Aunque ha visitado el país algunas veces, el otro día se extrañó porque... se fue el agua en la tarde, en San Francisco de La Caleta.
"Esto no ocurría ni en los tiempos de la dictadura", dijo extrañada.
Yo traté de explicarle que este gobierno se había demorado ocho meses haciendo licitaciones (etc.), para mejorar la planta Potabilizadora de Chilibre.
Como a veces (tal vez muchas) soy malpensado, aproveché la oportunidad para meter "mi aguijón". "Lo que sucede es que este gobierno quiere estar haciendo obras en el período de elecciones. Por eso no se preocupó por comenzar la del IDAAN mucho antes...".
No sé si mi explicación "maléfica" la aceptó o no. En otra ocasión, cuando hubo un apagón, también dijo: "antes no ocurrían estas cosas".
Entonces lanzó una sentencia que me estremeció... -porque puede ser cierta-. Dijo que "ahora Panamá está volviendo para atrás, está peor que antes..."
¿Será verdad esta apreciación de alguien que vive fuera de este pequeño, pero bellaco país?.
Pensándolo bien, creo que en ciertos aspectos tiene razón. Por ejemplo: no recuerdo que antes un honorable legislador sacara una pistola...¡para evitar que le corten la luz!.
Ello será así porque antes cuando la luz era del gobierno, ¡válgame Dios que se atreviera a cortársela a un legislador!.
En lo demás, no es distinto. Siempre han existido en Panamá diputados o legisladores que se creen "la mamá de Tarzán", con derecho a ser lo que les da la gana.
Otra cosa distinta de estos días fue el descontrol que mostró el joven ministro de Obras Públicas. Comprendo que su juventud lo haya impulsado a irrumpir en una conferencia de prensa de otra persona, y gritarse de "tú a tú" como Chito Montenegro.
En un salón de periodismo de último año, fue analizado este acto, desde el punto de vista periodístico y de protocolo. Quedó mal el ministro respondón.
Se concluyó que el "ministro se rebajó al nivel de Chito". Un ministro de Estado debe tener -y mantener- su jerarquía. Algo de eso perdió al sostener una gritería que parecía pelea de madames en una casa de vecindario. |
