La liberación del ex viceprimer ministro Anuar Ibrahim, tras el reconocimiento de que fue condenado injustamente, abre un nuevo capítulo de la historia de Malasia y, sobre todo, supone un paso al frente en el aperturismo político.
"Este es un buen comienzo y ello da esperanza para un sistema judicial mas creíble", dijo Anuar.
El carismático líder, considerado un preso político por las organizaciones humanitarias, recuperó así la libertad cuando cumplía una condena de nueve años por sodomía, tras concluir seis años de cárcel por cuatro cargos de corrupción.