Si quieres comer algo diferente, tienes que probarlo.
A propósito, "sapote" deriva del término náhuatl que designa algo suave, dulce.
Originario de América Central, desde México hasta Panamá, el sapote es el fruto de un árbol que puede crecer hasta 30 metros de altura; posee ramas gruesas y hojas elípticas; su follaje nuevo es de color bronce a rojo púrpura con flores abundantes, olorosas y ramificadas.
Su nombre científico es Licania Platypus o Sansapote como se le conoce popularmente es familiar del níspero, pero tiene un mayor tamaño.
Su forma es ovalada y puede medir hasta 18 centímetros de diámetro; su cáscara es gruesa y de color café-rojizo; su pulpa, de color anaranjado o amarillento, es muy suave y dulce, y contiene dos semillas alargadas y negras.
Esta deliciosa fruta se come fresca, directamente de la cáscara y la almendra de su semilla es también usada para la confección de "cajeta de zapoyol" (dulce centroamericano), además la madera de este árbol es muy apreciada por su dureza y color veteado y muy usado en las construcciones rurales, así como en la confección de mangos de herramientas e implementos agrícolas
SU DISTRIBUCION Y CONSUMO EN PANAMA
En Panamá, el sapote se produce exclusivamente en Darién, ya que es una especie limitada a suelos fértiles, ricos en materia orgánica, con precipitaciones típicas de los climas cálidos y húmedos.
Su producción se encuentra a lo largo de la cuenca del río Balsa, en las comunidades de Sambú, Boca de Cupe y Tucutí.
La cosecha de sapote se da durante agosto, septiembre y octubre, y el producto es vendido en La Palma, Yaviza y Laja Blanca, entre otras comunidades de la provincia, a un módico precio de 0.05 centavos la unidad.
Además, la fruta se comercializa en la ciudad de Panamá, a través de los vendedores del Mercado Agrícola Central, los cuales la distribuyen a otros mercaditos en la capital.