Saludos amigos y amigas del béisbol, bienvenidos al martes de Grandes Ligas, cuando los Tigres y Yankees se miden en una serie suicida que incluye fuegos artificiales.
Hoy seguimos en la actividad del Torneo Pre Olímpico con el dolor de haber tenido que escuchar Radio Ya de Nicaragua, porque aquí en nuestro Panamá, nadie transmitió, ni el "Gigante", ni TV Max, que había sacado la pelota del parque el fin de semana.
A la sala de redacción llegamos a eso de las 8: 30 a.m., para estar pendiente del partido y a esa hora veía los cartones animados de Mickey y sus amigos. Me dije: Bueno, a las 9: 00 a.m. viene el partido y Mickey se va a Disney".
Pero, luego de Mickey vinieron unos comerciales, el juego había empezado y no había luces de acción en TV Max (¿Pura Pasión?). Lo peor vino después con un juego diferido del Club Boca Jr. que había ganado 7-1 a San Lorenzo y que todo Panamá conocía. Más de 20 horas de diferido y transmitido como si fuera en vivo y a todo color.
¡DOLOR Y TRISTEZA!
Para colmo, el comentarista de TV Max, dice que Panamá ganaba 1-0 en el séptimo, poniendo más calor al ambiente, sin embargo, para cuando vino ese comentario, ya Panamá había ganado 3-1.
¡A eso se le llama comentario diferido!
Panamá juega hoy a las 9: 00 a.m. ante Ecuador y mañana contra Colombia a la misma hora.
A toda esa afición, enamora del béisbol que no paró de llamar a la redacción, para conocer el resultado, un abrazo grande y gracias por vivir la pasión del deporte al máximo extremo. A los que escribieron correos, y pidieron la dirección en internet de Radio Ya, un fuerte abrazo.
Hoy tendremos nuevamente a nuestro colega y amigo Angel Yu en el estadio, enviando las mejores imagenes a Crítica y estaremos conectados vía internet, para conocer el desarrollo del partido en cada episodio.
A la tropa de Reluz, buen trabajo y felicidades por la victoria.
A todos esos estudiantes panameños en tierras cubanas, un fuerte abrazo en la distancia y gracias por ser abanderados y portadores de la bandera en la competencia.
Vamos a la guerra, hay ilusiones, como las que tiene Alonso Solís y compañía.
¡Viva el béisbol!