Brigadas de socorro tratarán de recuperar cuerpos de fallecidos

San José
ACAN-EFE
Brigadas de socorro de Costa Rica, con apoyo de un helicóptero panameño, tratan de recuperar los cuerpos de ocho turistas y dos tripulantes que fallecieron en un accidente de aviación, el pasado sábado, en el norte de este país. Por las condiciones de lugar, todos los organismos especializados admiten que es una tarea sumamente difícil, pues es de mucho riesgo llegar por tierra y por aire en Costa Rica no hay los helicópteros para ese tipo de misión. Por este motivo, las autoridades costarricenses solicitaron un helicóptero a la Dirección de Aeronáutica Civil de Panamá, el cual se espera llegue hoy para colaborar en las labores de rescate. Un avión Cessna, tipo Gran Caravan, matrícula panameña, se estrelló el sábado contra el volcán Arenal, a unos 150 kilómetros al norte de San José, cuando hacía un vuelto entre La Fortuna de San Carlos y Playa Tamarindo, en el Pacífico. En el accidente perecieron los ocho turistas y los dos tripulantes que viajaban en la aeronave: Steven y Helena Bohmer, Frank y Judy Conzolazio, Cristoper Damia (estadounidenses), Silvia Rhissiner, Catherine Shoep (suizas), Terry Pratt (canadiense), Karl Acevedo (piloto) y Villiam Badilla (copiloto), ambos costarricenses. Autoridades de la Cruz Roja costarricense afirman que será difícil el rescate de los cuerpos, por lo empinado y escarpado del suelo, sin contar con el apoyo de un helicóptero panameño y mejores condiciones de clima. El lugar donde se estrelló la aeronave permanece casi siempre cubierto de una densa nubosidad. Además, los gases calientes que emanan del volcán hacen más peligrosa la operación por tierra para llegar al lugar donde están los cuerpos de las diez personas. La aeronave, que apenas tenía 792 horas de vuelo, hecha pedazos, quedó incrustada en uno de los canales rocosos del lado noroeste del volcán Arenal. Su cobertura de nubes fue una de las razones que dificultaron su localización. Por ese mismo sitió, el pasado miércoles el Arenal lanzó una erupción de material incandescente que provocó la muerte de un guía costarricense de turismo y heridas severas a todos turistas estadounidenses, al ser alcanzados por una nube de gases con temperaturas superiores a los 1.000 grados centígrados. El cráter del volcán Arenal está a unos 1.640 metros de altura y los restos de la aeronave quedaron esparcidos unos 200 metros abajo.
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