Hoy queremos llevarle una historia distinta a la de las rumbas. Sí, es la historia de Publio Arjona Díaz, un joven digno de admirar por su superación y logros personales.
Este joven nuca se imaginó que su vida cambiaría de la noche a la mañana, y menos a consecuencia de un accidente automovilístico. Luego del accidente él entró en un coma profundo pero después reaccionó, y empieza el proceso de recuperación y lucha por el cumplimiento de sus metas.
Ya un poco recuperado, entra una gran experiencia de "Dios es amor", descubriendo que la vida nace de adentro y no de afuera.
Con el pasar del tiempo se convierte en el cerebro creativo de una empresa de diseño gráfico.
Frente a lo sufrido, las ganas de vivir era un reto, y así nace el deseo de vencer sus limitaciones físicas y aportar su creatividad a la sociedad.