La familia Ford, residente en la casa 5 de la barriada Alborada, en Cativá, fue atacada por dos sujetos que amenazaron y amarraron de pies y manos a madre e hija.
Berta de Ford explicó que los sujetos las esperaban cuando regresaron de una fiesta, y le preguntaron a qué hora llegaba el esposo Anselmo Ford, quien en ese momento trabajaba en la administración de una cantina.
Ella dijo que él llegaría en un momento, y ellos respondieron que lo esperarían, mientras rebuscaban gavetas, adueñándose de algunas joyas y tres celulares.
La mujer fue amarrada de pies y manos con alambres junto a su hija, mientras dos niños permanecían en otro cuarto.