La secretaria del Consejo Nacional de Transparencia, Alma Montenegro, respondió ayer, lunes, sobre una condena de 500 balboas impuesta por el Primer Tribunal Superior.
Esa condena surgió, ya que cuando fungía como Notaria Tercera de Circuito, certificó un testamento que supuestamente no contaba con las formalidades requeridas por la Ley.
El 14 de abril de 2001, el señor Archibald Lecky Dunkley falleció, razón por la cual Virgilio Lecky Stoute, hijo del finado, reclamó parte de la herencia, sin éxito en su exigencia.
Sin embargo, la ex Procuradora de la Administración, Alma Montenegro de Fletcher, fijo ayer, lunes, su posición en un comunicado oficial.
"En el caso del señor al que se ha aludido en las noticias, yo di fe, como funcionaria autorizada por la Ley, de la voluntad del otorgante. Los testigos, los tres, estuvieron presentes como testigos instrumentales".