El Servicio Marítimo Nacional (SMN) investiga las circunstancias en que murieron los marinos Luis Pérez, Jackson Angulo y Omar Durán, que participaban en un ejercicio de entrenamiento en la isla Huasaha, en el lago Gatún, durante las maniobras navales Panamax 2005.
Las familias de los miembros de la Fuerza Pública desconocen detalles del accidente
Los padres de Omar: Silvia Durán y Eduardo Alsemo, coincidieron en que su hijo murió honrando a su país y a su familia.
Antes de la tragedia, la última vez que fue visto "Cheya", mote de Omarn, fue la mañana del 6 de agosto. Ese día le pidió a su padre, Eduardo, un abrazo. "Papá, abrázame, porque puede que sea la última vez que nos veamos. Yo creo que él tenía el presentimiento que se iba a morir", explicó el señor Eduardo.
El próximo 7 de septiembre celebraría su cumpleaños, pero el accidente le truncó la vida.
Desde que era un niño Omar quería ser marino. Esa idea surgió porque su abuelo fue capitán de barco y su padre era marino.
LA NOTICIA TRAGICA.
Eran las 10: 30 a.m. cuando un miembro del Servicio Marítimo Nacional se presentó a la casa de la familia Alsemo, que les pedía que los acompañara a la base naval de Rodman, donde se les dio la noticia.
Se había graduado de bachiller en Ciencias en la Escuela Náutica, luego cursó estudios de hombre rana donde logró consagrarse dentro de un grupo de 83 hombres después que eran 300. Cursaba el curso de Infantería de Marina.
Otra de las víctimas fue Jackson Angulo Valderrama, quien deja en la orfandad a un hijo de 7 años y era el más chico de tres hermanos. En el 2002 aprobó el curso de especialidad en operación de mantenimiento de bote de patrullaje costero. Fue ciclista municipal 2004 y formó parte de una unidad canina. Era egresado del Artes y Oficios. Su familia vive en Curundú.