El sabor del ajo es bueno contra el dolor. Los nervios sensores de dolor responden a sustancias azufradas que contiene el ajo. El mismo mecanismo con el que el organismo reacciona a los ajíes picantes y la mostaza fuerte es el que detecta la presencia del ajo.
El conocimiento de los mecanismos de esos nervios ayudará a los investigadores a conocer mejor cómo se producen la artritis y ciertos problemas musculares.